FOTO: Los profesores de La Inmaculada de La Prusia, entregan un diploma a Raül agradeciendo sus cinco años de voluntario en la escuela.Estos últimos meses pasaron volando, y dentro de muy poco va llegar el momento de despedirse de Nicaragua, después de cinco años aquí. Junto con Hazel, mi esposa, una gran colaboradora de este proyecto, me voy a vivir a Barcelona.
Mi principal misión desde que comenzó este curso escolar, el pasado mes de febrero, fue dejar todo listo para que Ritmo en los barrios puediera seguir adelante después de mi marcha; ahora sé que me puedo ir tranquilo pues nuestro extraordinario equipo de profesores, liderados por Óscar Noguera (que va a ejercer de coordinador), ofrece las garantías necesarias para que el trabajo que inicié aquí en Nicaragua continue sin problemas. A pesar de que desde Barcelona les voy a seguir apoyando (buscando fondos y voluntarios, haciendo promoción, etc), el hecho de que el proyecto haya quedado en manos de profesores nicaragüenses, quiere decir que no solo estamos educando niños sino que también estamos favoreciendo el desarrollo de la comunidad local, creando lugares de empleo. Este es otro de los grande éxitos de Ritmo en los barrios.
Haciendo balance de lo que ha sido esta primera parte del curso, creo que podemos estar muy satisfechos: Los estudiantes siguen aprendiendo y disfrutando con sus lecciones, y han venido haciendo pequeños conciertos en todos los eventos celebrados en las escuelas como el Día de la Madre, el Día del Maestro, el Día del Niño. etc. La venta de la segunda edición del calendario de Ritmo en los barrios fue tan exitosa (casi 800 vendidos) que ya estamos preparando la edición del 2009. En cuanto al encuentro de Territorios Solidarios, en Sevilla, decir que fue muy interesante conocer gente de todo el mundo con proyectos parecidos al nuestro, de modo que pudimos intercambiar experiencias y planear llevar a cabo proyectos juntos. Además, desde el incio de curso han ido pasando por aquí varios voluntarios de lo más talentosos que han compartido sus conocimientos con los niños y con los profesores. Todo esto, sin dejar de lado, la inolvidable experiencia que fue la grabación de nuestro CD...
Todas estas buenas noticias ayudan, de algún modo, a hacer más llevadero el mal trance que supone tener que despedirse de niños, profesores, amigos y de lo que ha sido mi casa por tanto tiempo. Ya llevamos varios días de despedidas; en cada una de las escuelas ha habido diversos actos, conciertos y fiestas para decirme adiós, y la verdad es que ha sido duro, pero a la vez, muy emocionante.
¿Y qué más puedo decir después de tanto tiempo en estas tierras? Pues que fue un verdadero placer ver crecer a todos estos niños (casi no les reconozco en las fotos de mis primeros años en Nicaragua) así como haber hecho tantas amistades. Fue por casualidad que llegué a Granada cuando estaba viajando por América Central hace cinco años, y fue también por casualidad que empecé este proyecto; todo lo que vino después fue una increible y maravillosa historia. Estoy contento de dejar aquí mi pequeño grano de arena. Como ya dije antes, se vendieron casi 800 calendarios, y muchos otros donantes y voluntarios ayudaron también; en otras palabras, centenares de personas han creído en este proyecto y esto significa mucho para mí., así que no puedo terminar sin antes enviar agradecimientos a todos, especialmente a Donna y Building New Hope por su apoyo incondicional durante todos estos años.
Ahora ya solo me queda esperar que sigamos en contacto, de modo que, entre todos, podamos hacer que Ritmo en los barrios siga adelante. También espero que cuando vuelva a Nicaragua algún día, me dé cuenta que valió la pena dedicar a este proyecto cinco años de mi vida.
¡Hasta la vista!
FOTO: Raül con los niños y profesores de la escuela Salomón de la Selva.
De este paseo los niños aprendieron muchas cosas sobre su propio país, y lo pasaron de lo lindo en su primera experiencia con el Séptimo Arte (¡sin pasar por alto el lujo de cambiar el arroz y los frijoles de cada día por una hamburguesa con patatas en un restaurante!). Después de esta experiencia, seguro que todos ellos, pondrán todo su esfuerzo en seguir siendo los mejores en sus estudios para ser los elegidos cuando se organice otro paseo. Misión cumplida. 
